Al igual que Diego Maradona tras la obtención del Mundial 1986, el astro Lionel Messi ya no puede caminar tranquilo por las calles de Argentina.
El astro del París Saint-Germain, que llegó el lunes a su país natal para disputar un amistoso ante Panamá, lo comprobó este martes por la madrugada cuando casi un millar de personas rodearon el restaurante donde cenaba junto a familia y amigos en Buenos Aires.
Mientras el jugador cenaba con sus allegados en “Don Julio”, una parrilla de fama internacional por sus carnes asadas, en la calle los fanáticos le gritaban “Messi, Messi” y le dedicaban los clásicos cánticos de la hinchada argentina: “que de la mano de Leo Messi la vuelta vamos a dar” y “Muchachos”, según imágenes que se viralizaron en redes sociales.
Messi tuvo que ser escoltado una cuadra por la policía para llegar a su automóvil y retirarse. Los hinchas enloquecidos tocaron al jugador como si se tratara de una imagen religiosa y al mismo tiempo captaron ese instante con sus móviles. “Messi te amoooo” y “gracias Leo”, fueron algunas de las frases que le decían a su paso.
“Gracias por mirarme capitán, puedo morir en paz”, agradeció en Twitter Loli Brancos, quien pudo acercarse a Messi y saludarlo.
La locura por Messi retrotrae al furor que desató Maradona en el país sudamericano hace 36 años tras levantar la Copa del Mundo en México. El entonces capitán también tuvo que lidiar con multitudes de hinchas que lo perseguían a donde fuera por una fotografía o autógrafo.
“Lo de Leo me parece algo hermoso porque él merece todo ese cariño, él y todos los jugadores que están acá”, destacó el martes en conferencia de prensa el técnico de Argentina, Lionel Scaloni, refiriéndose al furor que genera su capitán en la población. “Leo también necesita ver que la gente lo quiere y pasa lo que pasa cuando viene acá. Me parece hermoso, le quedará para siempre”.
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