El titular de uno de los foros financieros internacionales más influyentes, el OMFIF, llamó a la prudencia en su última misiva a los miembros del selecto club, que reúne a banqueros y exbanqueros centrales, ministros y exministros de Finanzas y Economía. ¿Cuáles fueron sus advertencias?.

David Marsh es un experto en el mundillo financiero internacional, además de presidir el foro OMFIF. Días atrás celebró, con cautela, el buen arranque de los mercados globales en 2023 y de la economía mundial luego de que el Fondo Monetario Internacional mejorara sus previsiones para este año. Recordó además que las economías se han estado adaptando a la guerra de Rusia en Ucrania. Sin embargo, se planteó: ¿qué podría salir mal? Y dijo que bastante. Veamos por qué.

Para ello Marsh esbozó 15 razones para el optimismo cauteloso sobre las perspectivas políticas y económicas. A continuación un resumen de las mismas, según la mirada de un experto global.

El ritmo de caída de la inflación es más lento de lo que la mayoría de los banqueros centrales y los economistas del sector privado predijeron erróneamente cuando el pico posterior al Covid-19 se hizo evidente por primera vez en la primavera de 2021, pero más rápido de lo que parecía probable en la segunda mitad de 2022.

El clima más cálido que restringe el aumento de los precios de la energía de invierno en el hemisferio norte ha sido útil, al igual que la falta de aumentos salariales agresivos, lo que refleja en parte la amortiguación financiera del gobierno de los efectos desfavorables sobre los ingresos.

Los bancos centrales se dieron cuenta colectivamente en el verano (boreal) de 2022 de que sufrirían daños en la credibilidad a largo plazo a menos que se pusieran al día con el ajuste atrasado. Hasta ahora, su acto de equilibrio ha funcionado razonablemente bien.

El equilibrio del ajuste se ha movido correctamente hacia el Banco Central Europeo (BCE), anteriormente rezagado, alejándose de la Reserva Federal (Fed), que fue lenta pero aun así fue la primera en moverse. Christine Lagarde, presidenta del BCE, quien en noviembre de 2021 dijo que las subas de tasas de interés en 2022 eran muy poco probables, parece estar disfrutando de su papel de halcón. Veremos cuánto dura eso.

Estados Unidos es la locomotora de la economía mundial. Por crudo que sea el discurso, las decisiones estadounidenses acaban siendo mucho más sensatas que en la mayoría de los demás lugares. El liderazgo financiero, tecnológico y monetario de EE.UU. puede ser un factor decisivo en la guerra, al igual que lo fue la “iniciativa de defensa estratégica” de fines de la década de 1980 contra la Unión Soviética. Las posibilidades de que Donald Trump regrese a la Casa Blanca, aunque no nulas, han disminuido.

La guerra puede estar avanzando gradualmente hacia algún tipo de acuerdo garantizado internacionalmente a fines de este año, suponiendo que el Congreso de los EE.UU. restrinja la capacidad del presidente Volodymr Zelenski para obtener fondos ilimitados para el objetivo imposible de reconquistar Crimea. La destreza de Ucrania en el campo de batalla, la resiliencia de sus ciudadanos, la respuesta decidida de Occidente y los errores estratégicos del presidente Vladimir Putin pueden producir un contexto apropiado. Sin embargo, en las guerras, Rusia normalmente comete errores y luego aprende de ellos.

Alemania ha cedido a la presión de suministrar tanques Leopard-2, vitales en cualquier ofensiva de primavera por parte de cualquiera de los bandos.

China está abriendo su economía tras el colapso de la política “cero Covid”. El presidente Xi Jinping ha decidido con sensatez tomar la línea de menor resistencia, por temor a las protestas masivas y el estancamiento económico después de más de 1 millón de muertes por la pandemia y la pérdida de prestigio por su cambio de sentido.

Los pronósticos de que China emergería como el ganador a largo plazo aún contienen cierta plausibilidad, pero esto parece menos probable que en las primeras etapas del conflicto. Putin esperaba un apoyo chino más vigoroso. China desea respaldar a los vencedores y no está segura de sí eso incluirá al presidente ruso.

China ahora puede estar más abierta a buscar amigos en Occidente. Dada la incompatibilidad de las ambiciones de Ucrania y Rusia, será vital un entendimiento entre EE.UU. y China, guerreros sustitutos en el conflicto.

A pesar del aumento en el precio de las acciones de las empresas de combustibles fósiles, las perspectivas para el desarrollo de las energías renovables nunca han sido mejores. Europa, EE.UU. y China necesitan con urgencia negociar un acuerdo para acelerar los proyectos en los países en desarrollo. Esto solo puede suceder si termina la guerra de Ucrania.

La cohesión europea se mantiene, a pesar de todas las tensiones. Alemania y Francia han vuelto a empapelar las grietas. Alemania ha jugado cartas tanto nacionales como europeas, utilizando su sólido balance nacional para guiar al país hasta el final del suministro de gas ruso, con resultados positivos en otras partes del continente.

El nuevo gobierno italiano de Giorgia Meloni se está portando bien. El fondo anti-Covid Next Generation EU está comenzando a funcionar en Italia, con un efecto favorable en las finanzas públicas que compensa la caída en las compras de bonos gubernamentales del Euro-sistema.

Gran Bretaña ha despertado del mundo de los sueños posterior al referéndum de la Unión Europea. Doloroso pero saludable. Será el único país del G7 con una contracción del producto interno bruto en 2023, dice el FMI. El estallido de ilusiones de que el Reino Unido puede conducir la vida económica mediante un conjunto diferente de reglas para todos los demás es universalmente útil.

Es probable que la incompetencia y la mala conducta de los sucesivos gobiernos conservadores lleven al laborismo al poder en 2024. La incertidumbre podría afectar a la libra esterlina. La buena noticia es que la probabilidad de que Boris Johnson, exprimer ministro, regrese al poder es incluso menor que la de Trump en EE.UU.

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