Las investigaciones señalan que los padres ataron a sus hijos con una cuerda, les cubrieron la boca con cinta adhesiva y le cubrieron los ojos con un pañuelo mientras les hacían los tatuajes.
Uno de los niños fue tatuado a la fuerza en su pie, mientras que el otro fue tatuado en el hombro, de acuerdo con lo reportado por KWTX.
Los reportes estatales indican que los padres intentaron ocultar los tatuajes de los niños al intentar cortar, raspar y frotar las áreas tatuadas. De igual forma, la evidencia indicó que trataron de remover la tinta frotándoles jugo de limón.
Megan Mae Farr fue acusada de provocar heridas a un menor de edad y de detención ilegal, mientras que Gunner Farr solo fue acusado de detención ilegal.
De acuerdo con el código penal de Texas, la detención ilegal (unlawful restraint en inglés) ocurre cuando una persona retiene a una persona contra su voluntad. Esto puede llevar a 12 meses de prisión y una multa de hasta $4,000 dólares.
Provocar heridas a un menor de edad es un crimen aún más grave, que puede conllevar entre 5 y 99 años de prisión.
Los niños se encuentran actualmente bajo la custodia de funcionarios de Servicios de Protección Infantil. Así lo informó el teniente del Departamento de Policía de Zavalla, James Denby, a KTRE.
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