El piloto, identificado como Luis Ángel N., de 32 años, fue rescatado por los servicios de emergencia entre los restos del avión y trasladado al hospital, donde falleció.
Una fiesta de revelación de género en la comunidad de San Pedro, Navolato, en México, terminó en tragedia cuando un avión acrobático que participaba en el evento se estrelló frente a los invitados el sábado, causando la muerte del piloto.
La pareja que esperaba a su bebé contrató una avioneta Piper PA-25 para que soltara un polvo rosa que indicara que tendrían una niña. Sin embargo, después de realizar la maniobra, el ala izquierda del avión se rompió y el piloto perdió el control de la aeronave, cayendo al suelo.
El piloto, identificado como Luis Ángel N., de 32 años, fue rescatado por los servicios de emergencia entre los restos del avión y trasladado al hospital, donde falleció, según informó el diario The Sun.
El video se ha vuelto viral y ha generado numerosas reacciones de los usuarios de X, que han criticado la irresponsabilidad de organizar este tipo de fiestas que ponen en riesgo la vida de las personas y el medio ambiente, reseñó New York Post.
“Estas fiestas de revelación de género se están yendo de las manos cuando la gente muere anualmente a causa de ellas”, escribió un usuario.
“La forma en que la cámara volvió a enfocar a la pareja sin el menor cuidado en el mundo por el piloto es triste”, comentó otro.
No ha sido primer caso de una fiesta de revelación de género que sale mal. En 2020, una celebración provocó un incendio forestal en California que arrasó 10,000 acres de tierra.
Otra pareja fue atacada cuando su cartel de “oh, bebé” envió humo rosa y confeti al aire mientras varias bengalas casi encendían los árboles circundantes. Asimismo, una familia australiana prendió fuego a su coche en 2019 gracias a unos neumáticos especiales diseñados para lanzar humo azul para anunciar el sexo de su bebé.
Estos hechos han reavivado el debate sobre la conveniencia y la seguridad de estas fiestas, que cada vez son más populares y extravagantes, pero que se han tornado más peligrosas.
Por Jerald Jiménez