El Ejército de China ha llevado a cabo ejercicios militares en los que perros robóticos armados y drones FPV fueron desplegados en un escenario de desembarco anfibio, marcando un nuevo capítulo en la guerra automatizada. Los robots, cargados con explosivos y ametralladoras, despejaron el camino para las tropas, mientras que los drones proporcionaban cobertura aérea y atacaban objetivos clave.
Estas maniobras demuestran cómo China está redefiniendo el combate con tecnologías autónomas, donde la IA y la robotización se integran para mejorar la eficiencia y reducir el riesgo para los soldados. La capacidad de estos sistemas para operar en equipo con tropas convencionales los convierte en una pieza clave en la estrategia militar del país.
El uso de perros robóticos y drones no solo optimiza las operaciones en el campo de batalla, sino que también consolida el liderazgo de China en innovación militar, con implicaciones significativas para el equilibrio de poder en la región.


