
La retina es una estructura delicada y esencial para la visión, pero cuando se ve afectada por enfermedades, las consecuencias pueden ser irreversibles. Mayelinne García, especialista en Retina y Vítreo del Instituto Espaillat Cabral, advierte que muchas de estas patologías no presentan síntomas en sus etapas iniciales, lo que las hace especialmente peligrosas. Por eso, la detección temprana y la prevención son claves para evitar la pérdida de la visión.
Las enfermedades de la retina más frecuentes
- Retinopatía diabética: Es una complicación de la diabetes que daña los vasos sanguíneos de la retina. Los síntomas incluyen visión borrosa, manchas oscuras y dificultad para ver de noche. Si no se trata, puede derivar en ceguera. La OMS estima que el 90% de los casos de ceguera por retinopatía diabética podrían evitarse con un control adecuado de la diabetes y revisiones oftalmológicas periódicas.
- Degeneración macular asociada a la edad (DMAE): Afecta la visión central y es la principal causa de ceguera en mayores de 60 años. Los pacientes notan dificultad para leer, líneas distorsionadas y una mancha oscura en el centro del campo visual. Aunque no tiene cura, los tratamientos con anti-VEGF pueden frenar su progresión si se detecta a tiempo.
- Desprendimiento de retina: Es una urgencia médica que requiere atención inmediata. Los síntomas incluyen destellos de luz, aumento repentino de «moscas volantes» y una sombra oscura que avanza. Si no se trata en las primeras 72 horas, el riesgo de pérdida permanente de la visión es muy alto.
- Retinosis pigmentaria: Es una enfermedad hereditaria que causa la degeneración de los fotorreceptores. Los primeros síntomas son ceguera nocturna y pérdida de la visión periférica. Aunque no hay cura, los avances en terapia génica están abriendo nuevas posibilidades para los pacientes.
Prevención: La mejor defensa
La doctora García recomienda las siguientes medidas para proteger la salud de la retina:
- Controlar la diabetes y la hipertensión, ya que ambas pueden dañar los vasos sanguíneos de la retina.
- Dejar de fumar, pues el tabaco acelera la DMAE y otras patologías oculares.
- Usar gafas de sol con protección UV, ya que la exposición prolongada al sol aumenta el riesgo de DMAE y cataratas.
- Realizar exámenes oftalmológicos anuales, especialmente si hay antecedentes familiares de enfermedades retinianas o si se es mayor de 50 años.
Tecnología y tratamientos innovadores
El Instituto Espaillat Cabral utiliza tecnología de vanguardia, como la tomografía de coherencia óptica (OCT), para detectar alteraciones en la retina antes de que el paciente note síntomas. Además, ofrecen tratamientos personalizados, como inyecciones intravítreas, terapia con láser y cirugía vitrorretiniana, para preservar la visión de los pacientes.
«La detección temprana es la única manera de prevenir la ceguera. Muchas enfermedades de la retina no dan síntomas hasta que es demasiado tarde», advierte García. Por eso, insiste en que la prevención y los chequeos regulares son esenciales para mantener una visión saludable a lo largo de la vida.
Conclusión: Las enfermedades de la retina pueden ser silenciosas, pero sus consecuencias son irreversibles. La prevención, a través de hábitos saludables y revisiones periódicas, es la mejor manera de proteger tu visión. No esperes a que sea demasiado tarde; cuida tus ojos hoy para ver mejor mañana.