Un nuevo derrumbe se registró este jueves por la tarde en la carretera Federico Basilis, que conecta los municipios de Jarabacoa y La Vega, generando una obstrucción parcial del tránsito en un tramo que ya había sido afectado por un incidente similar en días recientes. El deslizamiento de tierra y rocas obligó a las autoridades a desplegar maquinaria pesada para remover los escombros y restablecer la circulación vehicular, en una zona que ha sido objeto de intervenciones durante los últimos tres años debido a su alta vulnerabilidad a los fenómenos naturales. El Cuerpo de Bomberos de Buena Vista, liderado por el coronel Batista, acudió de inmediato al lugar para evaluar los daños y coordinar las labores de emergencia, confirmando que no hubo lesionados ni vehículos dañados, gracias a la rápida intervención de los equipos de rescate.
Las autoridades locales han emitido un llamado a los conductores para que extremen las precauciones al transitar por la zona y, en lo posible, eviten el área hasta que se completen los trabajos de despeje. El tránsito sigue restringido y bajo la vigilancia constante de los equipos de emergencia, que trabajan sin descanso para garantizar la seguridad y reanudar la circulación en el menor tiempo posible. Este nuevo colapso evidencia los problemas estructurales que enfrenta la carretera, donde los derrumbes recurrentes han convertido la vía en un punto crítico para la movilidad regional, especialmente durante la temporada de lluvias, que debilita la estabilidad del terreno y aumenta el riesgo de nuevos desprendimientos.
El coronel Batista destacó que, aunque no se reportaron víctimas, la obstrucción de la vía genera retrasos en el transporte y podría afectar el comercio entre Jarabacoa y La Vega, dos municipios cuya economía depende en gran medida de esta ruta. Los equipos de mantenimiento y las autoridades de transporte trabajan en coordinación para minimizar las interrupciones, aunque el desgaste acumulado de la carretera y la frecuencia de los derrumbes plantean un desafío permanente para su estabilidad a largo plazo. Mientras los trabajos de limpieza avanzan, se espera que la vía pueda ser rehabilitada en las próximas horas, aunque los esfuerzos de reforzamiento continuarán para prevenir futuros incidentes.
Las autoridades insisten en que los conductores respeten las señales y sigan las indicaciones de los equipos de emergencia para evitar riesgos. Este nuevo derrumbe refuerza la necesidad urgente de implementar soluciones duraderas que fortalezcan la infraestructura vial en la región, donde los deslaves y derrumbes no solo interrumpen el tránsito, sino que también ponen en riesgo la seguridad de los usuarios. Una inversión sostenida en mantenimiento preventivo y la aplicación de tecnologías para estabilizar el terreno podrían ser clave para reducir la frecuencia de estos incidentes y garantizar una circulación más segura en el futuro.


