El Juego 7 de la Serie Mundial entre los Dodgers de Los Ángeles y los Azulejos de Toronto será el escenario perfecto para que Teoscar Hernández demuestre su valor como bateador clave en los momentos decisivos. Aunque su rendimiento en esta postemporada ha sido irregular, su historial en situaciones de presión lo convierte en una pieza fundamental para definir el campeonato.
Hernández comenzó los playoffs con un promedio de .400, dos cuadrangulares y seis carreras remolcadas en la Serie del Wild Card contra los Rojos de Cincinnati. Sin embargo, su producción ha decaído en las rondas siguientes: .250 en la Serie Divisional frente a los Filis de Filadelfia y .200 en la Serie de Campeonato ante los Cerveceros de Milwaukee. En la Serie Mundial, su promedio es de .269, con un cuadrangular y siete imparables, pero también suma 10 ponches y un bajo porcentaje de embasarse (.321).
El mayor reto para Hernández será enfrentarse al experimentado lanzador Max Scherzer, contra quien tiene un historial desfavorable: en siete turnos al bate, solo ha conectado un hit y se ha ponchado cinco veces. Sin embargo, en un Juego 7, donde la presión es máxima y cualquier jugador puede cambiar el rumbo del partido, su capacidad para responder en momentos clave podría ser la diferencia. Los Dodgers confían en que su bate despierte para apoyar a Shohei Ohtani y Will Smith, y así evitar que la ofensiva se quede corta en el momento más crítico.


