La procuradora general Yeni Berenice Reynoso hizo un llamado urgente al sector empresarial dominicano para que se sume a los esfuerzos del Ministerio Público en la prevención del criptolavado y la cibercriminalidad, dos delitos que, según sus palabras, representan una amenaza latente para la estabilidad económica y la seguridad del país. Durante su participación en el almuerzo empresarial de la Cámara Americana de Comercio (AMCHAMDR), Reynoso dictó la conferencia «Competitividad y seguridad: un nuevo paradigma para los negocios», donde destacó la necesidad de una alianza estratégica entre el Estado y el empresariado para enfrentar estos delitos, que cada vez más aprovechan las plataformas tecnológicas y las brechas legales para operar con impunidad.
Reynoso anunció que su gestión está trabajando en una reforma legal para establecer una ley contra el crimen organizado, un paso que considera fundamental para modernizar el marco jurídico del país y proteger a las empresas de ser utilizadas como fachadas para actividades ilícitas. «El sector empresarial debe ser parte de esta discusión, porque el crimen organizado los afecta directamente«, afirmó la procuradora, quien insistió en que la cibercriminalidad y el lavado de activos no son problemas ajenos al mundo corporativo, sino amenazas reales que pueden comprometer la operatividad y la reputación de las compañías. «Si no actuamos ahora, el costo será mucho mayor», advirtió, al señalar que los delitos tecnológicos ya no son un riesgo futuro, sino una realidad que está impactando a empresas de todos los tamaños.
Uno de los puntos más críticos abordados por Reynoso fue el aumento en la producción y tráfico de drogas sintéticas, un fenómeno que, según datos de la ONU, ya supera las 899 sustancias psicotrópicas identificadas en el mercado global. La procuradora alertó que muchos de los precursores químicos utilizados para fabricar estas drogas ingresan al país de manera legal, camuflados como materias primas para industrias lícitas, pero terminan en manos de organizaciones criminales. «Los países que enfrentan epidemias de consumo de drogas sintéticas tienen un problema de salud pública, producción y seguridad«, explicó, al tiempo que instó a los empresarios a revisar sus cadenas de suministro y reportar cualquier actividad sospechosa para evitar ser cómplices involuntarios de estos delitos.
Reynoso también advirtió sobre los riesgos del criptolavado, un delito que, según sus investigaciones, está ganando terreno en República Dominicana debido a la falta de regulación clara y la creciente adopción de criptomonedas en transacciones comerciales. «Estoy viendo el criptolavado como una amenaza inminente para el sector empresarial», declaró, al tiempo que instó a las compañías a fortalecer sus protocolos de seguridad y a colaborar con las autoridades para detectar movimientos sospechosos. «La seguridad ya no es un tema de TI; es un tema de estrategia y supervivencia empresarial«, recalcó, al pedir a los directivos que asuman un rol activo en la prevención, en lugar de delegar la responsabilidad a los departamentos técnicos.
La presidenta de AMCHAMDR, Francesca Rainieri, resaltó durante el evento los avances de República Dominicana en materia de transparencia y competitividad, citando el Investment Climate Statement 2025 del Departamento de Estado de EE.UU., que destaca la mejora de 33 posiciones del país en el Índice de Percepción de la Corrupción de Transparencia Internacional. Sin embargo, Reynoso dejó claro que, pese a estos logros, los desafíos en materia de ciberseguridad y crimen organizado requieren una acción coordinada entre todos los actores. «No podemos bajar la guardia. El futuro de los negocios no pertenece a los más grandes ni a los más rápidos, sino a los más resilientes y confiables«, afirmó, al tiempo que llamó a los empresarios a evaluar honestamente sus vulnerabilidades, no solo las técnicas, sino también las culturales y estratégicas, para construir una red de interoperabilidad colectiva que proteja al país de estas amenazas.


